Ahora atardece / 22.06.23
Ahora atardece
las gaviotas oyen el llamado
la hora del banquete
el calor y la luz obligan
a no volver a casa
aunque el cielo se tiña de lila.
Atardece y las gaviotas
rozan la superficie
azul
el mar calmo,
suspira ola tras ola
y la espuma
la espuma habla.
El mar es oscuro
aunque brille
la luz nunca alcanza las profundidades.
En los días
más largos y radiantes
la arena del fondo se hunde
hacia adentro.
Dicen que ni un gigante haría pie
y se ahogaría en el intento de nadar.
Cuanta más claridad hay fuera
más profunda siento mi arena.
La luz se vuelve obvia
y la oscuridad me ahueca el pecho.
Los días nublados o de lluvia
no nos dan opción:
mirar hacia adentro
y echar luz
allí donde viven los monstruos más viejos del mundo.
Ahora atardece
y el mar se separa del cielo
que ya es rosa.
En el horizonte firme
el agua resta en paz
cuando me voy
las gaviotas se van conmigo
volamos
desordenadas
pero volamos.