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BOSSA `N RITA LEE: La maldición de una maldita  | 15.05.2023


 

Los artistas que más nos gustan suelen tener proyectos fallidos. Pero, ¿qué pasa cuando esos proyectos fallidos se transforman en los más exitosos, los que resultan un motor para esos artistas? Algo así me pasó con Rita Lee y con la única vez que la vi en vivo en mi vida. 

Rita no tuvo una relación tan fluida con la Argentina. No se presentó en nuestro país tantas veces como sí lo hicieron otros artistas brasileños, en especial quienes fueron sus contemporáneos en ese movimiento inclasificable que se llamó Tropicalismo. Y que se presentó al mundo con el disco Tropicália, de 1967. 

Si hoy pensamos en tropicalismo, pensamos en un movimiento pop, donde confluían la tradición popular brasileña con la psicodelia beatle. Y si pensamos en referentes de aquel movimiento, seguramente pensemos primero en Caetano Veloso, Gilberto Gil y Gal Costa. Pero el tropicalismo tuvo su lado B, sus artistas malditos. 

Uno de esos artistas malditos fue Tom Zé, un cantautor que luego forjaría una obra magnífica, pero sin la popularidad que lograron sus compañeros bahianos. Tom Zé sería rescatado del olvido y vuelto a la consideración mundial, cuando en los años 90 cuando David Byrne lo editó en su sello Luaka Bop. 

Para esa misma época, Byrne iba a editar también una recopilación de Os Mutantes, la banda maldita que también aparece en Tropicália. 

Os Mutantes era una banda psicodélica que mutaba (valga el término) de la experimentación noise a la canción popular más directa. Y estaba integrada por los hermanos Arnaldo y Sergio Dias-Baptista, y Rita Lee. 

Rita nació en Sao Paulo el el 31 de diciembre de 1947. Su padre era estadounidense y su madre, italiana. Y la enviaron a un colegio francés. Con lo cual, desde muy pequeña, Rita hablaba, además de portugués, inglés, francés e italiano. 

Cuando se formó Os Mutantes, Rita tenía 19 años. Rita y Arnaldo eran pareja. Os Mutantes grabaron un par de discos antológicos y en 1973, Rita abandonó la banda. Antes, en 1970, había sacado su primer disco solista. 

Después de Os Mutantes, Rita formó otra banda, llamada Tutti Frutti, más rockera, más directa, donde metió un disco célebre para el rock brasileño: Fruto proibido.

Rita se separó de Arnaldo y se casó con Roberto de Carvalho, que era guitarrista de Ney Matogrosso. De hecho, fue Matogrosso quien los presentó. Desde entonces, se volverían inseparables, tanto en el amor como su proyecto artístico. 

Rita y Roberto tuvieron tres hijos. En 1976, cuando Rita estaba embarazada del primero, la policía antidrogas entró a su casa. Se la llevaron presa por posesión de marihuana y pasó un mes en la cárcel. Un mes presa y embarazada. Un bajón. 

Tiempo después, contó que la marihuana no era de ella, porque durante el embarazo dejó todo. Pero que tampoco era cuestión de mandar al frente a nadie. Encontraron marihuana en su casa y se hizo cargo. Punto. A la cárcel, sin chistar. 

En el 80, Rita se volvió una estrella pop global con un par de hits memorables: Baila conmigo y Lança perfume. A ellos se le sumarían otros hits grandiosos: Mania de você y lo que sería algo así como un himno personal y generacional: Ovelha negra, una canción folk que compuso cuando su padre, algo desilusionado con el rumbo artístico que había tomado su hija, le dijo: “Sos la oveja negra de la familia”.

Desde entonces, Rita vivió en una montaña rusa, cayéndose y reinventándose todo el tiempo. Y lo de caerse, en un caso fue literal. A mediados de los 90, Rita Lee se cayó desde un balcón, a 15 metros de altura, tras desmayarse, después de mezclar alcohol con tranquilizantes. 

Para ese momento, su vida estaba algo convulsionada por el consumo de algunas sustancias. Y además, arrastraba el mito de mujer maldita: se dijo que tenía leucemia, que un amor lésbico la había llevado al borde del suicidio, que estuvo en coma por su hábito de beber té de veneno de serpiente. Un delirio. 

En el medio, Rita hizo radio. A mediados de los 80 condujo el programa RADIOAMADOR, en la 89 FM, la radio más importante de rock en Brasil, el equivalente en aquel país a lo que fue la Rock&Pop aquí en la Argentina. RADIOAMADOR iba los sábados y duraba una hora. 

Los artistas que pasaba Rita no tenía nada que ver con el resto de la emisora. Había allí espacio para muchísimas bandas nuevas. Pero además, el rango estilístico era amplísimo. Rita se jactaba de dar una propuesta musical que iba “de Maria Bethania a Ratos de Porao”. Y al respecto decía: “Son artistas que se parecen porque son personas que luchan por lo que hacen, que creen en eso, y que uno puede ver en la música lo bonito de ellos”.

En RADIOAMADOR, Rita estaba acompañada (otra vez) por Roberto de Carvalho y por el dramaturgo Antonio Bivar. La convocatoria a Rita por parte de la emisora fue simple: “Hacé lo que quieras”. Y eso es lo que ella hizo. Con el tiempo, RADIOAMADOR se convirtió en un programa de culto. Tanto que tuvo su secuela en televisión. 

Rita hizo un programa llamado TVLeezao, que duró 15 episodios y que fue una referencia para quienes, tiempo después, siguieron haciendo programas supuestamente “transgresores” en la televisión brasileña.

También actuó en dos películas, que se transformaron en objeto de culto sólo porque ella actuó allí: Fogo e Paixao de Isay Weinfeld y Marcio Kogan; y Tanta Estrela Por Aí, un cortometraje donde Rita encarnó al mítico cantautor Raul Seixas. Por este papel, Rita se llevó el premio al mejor “actor” en el Festival de Gramado. 

Hay que aclarar que el corto donde Rita hace de Raul Seixas es de 1992. Mucho antes de que Cate Blanchett encarnara a Bob Dylan, en 2007. Además, Rita escribió una saga de tres libros infantiles de aventuras con mensaje ecologista: Dr. Alex na Amazonia. Por estos libros, Rita Lee ganó el premio nacional de literatura infantil.

Tras una de sus tantas caídas (literales o metafóricas), a mediados de los 90 Rita Lee 

volvió con gloria a los escenarios cuando Mick Jagger la invitó a telonear los conciertos de los Rolling Stones en Rio de Janeiro. De esos conciertos surgió el potentísimo disco en vivo Marca da Zorra. Paralelamente, David Byrne editó en su sello la recopilación de Mutantes.

Fue en ese contexto que Rita decidió reflotar un proyecto que había soñado hacía casi tres décadas atrás. La admiración de Rita por los Beatles era total. Como sólo podía serlo hacia un grupo contemporáneo que había marcado el camino. 

En 1968, en su disco A banda tropicalista do Duprat, Os Mutantes incluyeron una versión de Lady Madonna. En 1970, Rita sacó su primer disco solita, Build Up, donde incluyó una versión de And I Love Her. Y en 1991, Rita iba a grabar una versión de The Fool On The Hill, en su disco Bossa N’ Roll.

Bossa N’ Roll es un disco de grandes éxitos en vivo. Donde Rita hace un recorrido por muchas de sus grandes canciones y mezcla algunos temas de Los Beatles, los Rolling Stones y The Police, entre otros. Pero el formato acústico del disco no sólo es bellísimo y permite escuchar las canciones al desnudo: también es premonitorio de lo que vendrá. 

Bossa N’ Algo. El asunto iba a derivar en el espanto mismo. En una corriente lounge que sirvió para pasteurizar grandes canciones de rock. Y en esa línea está el Bossa N’ Beatles que Rita sacó en el año 2000 y con el que iba a romperla toda en todo el mundo. 

El disco Bossa N’ Beatles fue un exitazo que trajo a Rita a la Argentina en 2002 y que le permitió llenar el Luna Park, básicamente con gente que sólo conocía ese disco. El disco para mí es bastante flojo aunque tiene algunas versiones que están bien. Pero Rita no pudo hacer el disco que quería, sino el que la dejaron.  

La idea de Rita Lee era hacer todas las canciones en portugués y tocarlas “con el desparpajo con que los músicos callejeros tocan los temas que les gustan para quien quiera oír”. Pero meterse con las canciones de Los Beatles no es fácil. No por lo musical, sino por los derechos.  

Justamente, fueron los propietarios de los derechos quienes vetaron el proyecto original de Rita y sólo le dieron licencia para traducir cuatro temas. Además, le negaron el permiso para hacer otras canciones que Rita quería versionar. Y se lo negaron incluso si las hacía en inglés. 

Eso hizo que el disco quedara más “prolijo” de lo que ella se proponía, con menos mugre. Y la “apropiación” que Rita pretendía hacer de las canciones, quedó inconclusa. Como remate, la compañía le puso al disco el espantoso título Bossa N’ Beatles para la edición internacional, a diferencia de Aquí, ali, em qualquer lugar, tal como se llamó en Brasil, haciendo referencia a la traducción al portugués que pretendía para todo el trabajo. 

Por suerte, los condicionamientos de los dueños de los derechos de las canciones de Los Beatles no llegaban al vivo. Y en escena, en aquel Luna Park repleto, Rita Lee pudo desplegar algo de su propuesta, tal como la había concebido originalmente. Y además de versionar a Los Beatles, también dio un muy buen show, con sus temas más populares.

Rita Lee murió el 8 de mayo en San Pablo, a los 75 años, víctima de un cáncer de pulmón. Con ella se fue una de las figuras más importantes del rock latinoamericano. Y una de las mujeres más importantes en la historia del rock en cualquier país del mundo. 

Descansa en paz, Rita Lee. Y gracias por tantas canciones, tanto amor, tanto arte. Un arte que no precisa ser Bossa N’ Algo. Ni Bossa N’ Nada.

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